Joaquin Luki

Esta noche tuve un sueño. Nos perseguían por el muelle de Cádiz. Nosotros (digo un nosotros porque iba con gente pero no sé quienes eran) ibamos escapando tras superar diversas pruebas al atravesar puertas (si no sé quienes eran los que iban conmigo, no pretendais que explique esto).

De pronto, llegamos a una puerta que daba paso a una cueva donde había agua. El agua y la oscuridad de aquella cueva no dejaban distinguir la salida. Mis compañeros, encabezados (de pronto) por Conan, decidieron buzear por el fondo para encontrar una abertura por la que poder salir a salvo a otro sitio. Nuestros perseguidores (a los que nunca vi) estaban a punto de llegar y la tensión aumentaba. A mi me daba mucho miedo y claustrofobia. Todos decidieron tirarse, a pesar de que yo les decía, muy razonablemente, que cómo iban a meterse ahí, que no sabían si tenía salida, que no podían contener la respiración constantemente. Pero ellos lo hacían por la causa (¿?) y no podían dejar que los pillaran los malos.

Así que cogí a Conan y le dije que nanai, que yo no me metía allí, que me daba igual que me cogieran y que abandonaba la misión. Así que me fuí de allí dando un paseo por San Juan de Dios, entrando por la Calle Pelota, para ir a Ruiz de Bustamante que es la casa de Anubis.
En la esquina habían abierto un kiosko de prensa y, como me encantan desde siempre, entré a curiosear. Entonces cogí una revista, me acerque al mostrador altísimo y se lo enseñé a quien estuviera ahí detrás, porque no veía a nadie de lo alto que era. Entonces como con un resorte apareció Joakin Luki y me dijo: Hola, hola, hola....Y luego contó que estaba viviendo en Cádiz y que la radio era un rollo. Asi que había decidido abrir una tienda de revistas.
Me fui corriendo a ligar con un nota en otro kiosko de prensa que está en la Calle Pelota, en frente de una pastelería muy cuca, y a todo el que pasaba por allí le contaba la misma historia: Joakin tiene un kiosko y cuando entras te saluda "Hola, hola, hola....."




P.D.: Según me contó Joaquin Luki, Iñaki Gabilondo tenía otro kiosko de prensa en la misma calle.