domingo, febrero 6

Mi verdadera carta a los reyes magos

Queridos reyes magos (especialmente tú, Baltasar):
Yo, hija de un inmigrante sabrosón, hace años que no escribo una carta como esta. Principalmente porque hace años que dejé de creer que me traeríais los juguetes que pedía en mis cartas. Siempre caía la versión beta de cualquier regalo, los phin y phon, los plic de flaymovil, la burbie, el camello traga bolas (qué divertido era este juego)...etc. Pero este 2007 he decidido romper mis normas aprehendidas de adulta-joven y lanzarme a redactar una carta tradicional de reyes. Me llena de orgullo y satisfacción el noble propósito que originó estas letras; y es que solo una causa humanitaria de gran envergadura podía hacer salir algunas palabras de la parte de cerebro infantiloide que aún cree en vosotros (es decir, prácticamente toda la parte de cerebro).
Así pues, sólo un deseo se me plantea con fuerza, un deseo que cambiará las vidas de miles de generaciones posteriores, que ayudrá en el crecimiento mental, espiritual, carnal de los hijos y de los hijos de los hijos, osea los bisnietos; incluso los tataranietos y los tatataranietos, también los tatataratachín y el pasodoble español. Sobre todo, cambiará las vidas de todos aquellos tenderos y regentes de tiendas de ultramarinos y pequeños comercios. Quiero suplicar por la libertad, por que por fin se rompan las cadenas metafóricas que lo apresan. Por todo esto (y voy acabando que me pierdo en roscones de reyes) os digo:


"LIBERTAD PAL CHOPED DE LATA"

P.D.: Papá Noel y mamal tampoco.

No hay comentarios: